La fascinación que el mundo marino ejerce sobre las personas es muy grande, ya que en el, encontramos gran cantidad de especies de animales desconocidas o no tan populares como las que habitan en la tierra. En la biodiversidad que nos ofrece la costa australiana, podemos disfrutar del gran exponente que en este sentido, nos muestra La Gran Barrera de Coral.

The Great Barrier Reef (gran barrera de coral), complejo de arrecifes de coral, cardúmenes e islotes en el Océano Pacífico situados frente a la costa noreste de Australia, es el complejo de arrecifes más grande y largo del mundo. La Gran Barrera de Coral se extiende aproximadamente en dirección noroeste-sureste por más de 2.000 km, a una distancia de la costa que varía entre 16 y 160 km, y tiene un área de unas 350.000 Km2. Se ha caracterizado, de manera algo inexacta, como la estructura más grande jamás construida por criaturas vivientes.

En realidad, el arrecife consta de unos 2.100 arrecifes individuales y unos 800 arrecifes periféricos (formados alrededor de islas o costas limítrofes). Muchos están secos o apenas inundados durante la marea baja; algunos tienen islas de arena coralina o cayos; otros bordean islas altas o la costa continental. A pesar de esta variedad, los arrecifes comparten un origen común: cada uno se ha formado, durante millones de años, a partir de esqueletos y desechos esqueléticos de una masa de organismos marinos vivos. Los “ladrillos” en la estructura del arrecife están formados por los restos calcáreos de las diminutas criaturas conocidas como pólipos de coral e hidro corales, mientras que el “cemento” que une estos restos está formado en gran parte por algas coralinas y briozoos. Los espacios de este marco se han llenado con grandes cantidades de desechos esqueléticos producidos por el golpe de las olas y las depredaciones de organismos aburridos.

La exploración europea del arrecife comenzó en 1770, cuando el explorador británico Capitán James Cook encalló su barco en él. El trabajo de trazar canales y pasajes a través del laberinto de arrecifes, iniciado por Cook, continuó durante el siglo XIX. La Expedición a la Gran Barrera de Coral de 1928–29 aportó importantes conocimientos sobre la fisiología de los corales y la ecología de los arrecifes de coral. Actualmente, las investigaciones científicas continúan en un moderno laboratorio en Heron Island donde se han realizado varios estudios en otras áreas.

El arrecife se ha elevado en la plataforma poco profunda que bordea el continente australiano, en aguas cálidas que han permitido que los corales prosperen (no pueden existir donde las temperaturas medias caen por debajo de los 21 ° C). Las perforaciones han establecido que los arrecifes estaban creciendo en la plataforma continental ya en la época del Mioceno (hace 23,7 a 5,3 millones de años). El hundimiento de la plataforma continental ha procedido, con algunas reversiones, desde el Mioceno temprano.

El entorno acuático de la Gran Barrera de Coral está formado por la capa de agua superficial del suroeste del Océano Pacífico. Las aguas del arrecife muestran poca variación estacional: la temperatura del agua superficial es alta, oscilando entre 21 y 38 ° C. Las aguas son generalmente cristalinas, con características submarinas claramente visibles a profundidades de 100 pies (30 metros).

Las formas de vida incluyen al menos 300 especies de coral duro, así como anémonas, esponjas, gusanos, gasterópodos, langostas, cangrejos de río, langostinos, cangrejos y una gran variedad de peces y aves. El animal de arrecife más destructivo es la Estrella de mar de corona de espinas (Acanthaster planci), que ha reducido el color y la atracción de muchos de los arrecifes centrales al comer gran parte del coral vivo. Las incrustaciones de algas rojas Lithothamnion y Porolithon forman el borde fortificante de algas rojo violáceo que es uno de los rasgos más característicos de la Gran Barrera de Coral, mientras que el alga verde Halimeda florece en casi todas partes. Sobre la superficie, la vida vegetal de los cayos es muy restringida, y consta de solo unas 30 a 40 especies. Algunas variedades de manglares se encuentran en los cayos del norte.

Además de su interés científico, el arrecife se ha vuelto cada vez más importante como atractivo turístico. La creciente preocupación por la preservación de su patrimonio natural ha llevado a un aumento de los controles sobre actividades potencialmente amenazadoras como la perforación en busca de recursos petrolíferos. El uso extensivo de embarcaciones turísticas y la sostenibilidad de la pesca comercial fueron temas controvertidos a finales del siglo XX. Sin embargo, la salud del arrecife también se ve amenazada por otros factores; algunos científicos marinos notaron que la cobertura de coral en el arrecife se redujo e

A starfish in the waters around Heron Island, Great Barrier Reef, Queensland, Australia.

n casi un 50 por ciento entre 1985 y 2012 como resultado del daño causado por el blanqueamiento de los corales, especies invasoras como la estrella de mar de corona de espinas (Acanthaster planci) y ciclones tropicales.

La supervisión del arrecife es en gran parte responsabilidad del Parque Marino de la Gran Barrera de Coral (declarado en 1975), que abarca la gran mayoría del área. También hay parques estatales y nacionales más pequeños. En 1981, la Gran Barrera de Coral se agregó a la UNESCO. Lista del Patrimonio Mundial.

La belleza de este conglomerado de coral es el refugio de gran cantidad de peces que han establecido entre ellos su hábitat, y que hacen las delicias de los buceadores o de los practicantes de snorkel. Sin ninguna duda, un paraíso de vida animal marina digno de visitar y conocer.