Desvelando misterios de la cultura polinésica: El Tercer Sexo
Muchas veces nos animamos a comentar situaciones que observamos, oímos o que en algunos casos vivimos más cercanamente, sin atender a su origen real. Bajo estas premisas nos aventuramos a juzgar hechos y situaciones e incluso a malentender el origen de muchos temas culturales.
Al estar cerca el 28 de junio (día celebración de los disturbios de Stonewall en 1969 en Nueva York) el artículo de hoy va dirigido a aportar un poco de luz a una de estas situaciones que, si somos afortunados y podemos disfrutar de la vida polinésica, sin lugar a dudas no nos pasará desapercibido; me refiero a lo que actualmente está definido como El Tercer Sexo. Para ello, quiero compartir con vosotros unas interesantes líneas escritas por nuestro escritor y periodista Alonso Ibarrola en su interesante libro Tahití y sus Islas. Espero que os guste y os acerque un poco más a esta apasionante cultura.
Antes de la llegada de los primeros europeos a estas islas del Pacífico (nos referimos a las islas de la polinesia), se mantenía la costumbre en las familias tahitianas de educar al primogénito, si era varón, como mujer. Su finalidad era la crianza del resto de los hermanos y hacerse cargo de las ocupaciones del hogar, y para ello se le educaba y vestía como mujer.
De esta manera se da a conocer el origen del tercer sexo y del fenómeno mahu en Polinesia, pero esta tradición secular genera ciertas dudas sobre su orientación sexual, en cuanto a su origen natural o cultural.
Hoy en día la presencia del mahu en Tahití y sus islas, es absolutamente aceptada en la sociedad. Es fácil encontrarlos en los hoteles y restaurantes, o caminando por las calles con absoluta normalidad, incluso acompañados de sus parejas. Son generalmente amables y serviciales, de fácil conversación y siempre dispuestos a una fotografía, posando por supuesto!. Son tremendamente presumidos.
La presencia de este género intermedio se ha venido a definir en los últimos veinte años en Tahití como el ‘tercer sexo’. Pero, se impone aclarar ciertas diferencias entre una variante del mismo, que a diferencia del mahu, es un producto del progreso, al que se le denomina raerae.
La sociedad occidental equipara con evidente frivolidad la figura del mahu con el sodomita europeo. La realidad no es tan sencilla y existe mucha confusión al respecto. Traducir mahu por un homosexual es un ejercicio excesivamente simplista. El mahu es un hombre afeminado pero, con una pareja mujer mientras que el raerae es un travestido que desde muy joven hormona su cuerpo y acude a la cirugía plástica para modelarlo y se prostituye.
Generalmente el raerae pertenece a una clase social mas desfavorecida que el mahu y no mantiene culturalmente la relación de pertenencia que tiene el mahu en la historia de la tradición de la sociedad maohi.