Aotearoa, el país de la larga nube blanca.

Nueva Zelanda es un país que nos atrae a la mayoría de los viajeros, ya que tanto si somos amantes de disfrutar de una naturaleza abrumadora, como de pasear admirando cada rincón de sus nuevas pero atractivas ciudades, como de quedarnos embelesados en un atardecer frente a las costas del mar de Tasmania, o sumergirnos en la exótica cultura maorí, este lugar localizado en nuestras antípodas, nos orecerá siempre su mejor versión de cada uno de estos apartados.

Nueva Zelanda se encuentra en el suroeste del Océano Pacífico, justo al sur de Australia. El país no es parte de Australia y nunca lo ha sido (mucha gente comete ese error), pero ha sido su propio país desde finales del siglo XIX. Antes de eso, el país se consideraba parte del Reino Unido y estaba bajo las leyes y la jurisdicción de la corona. Nueva Zelanda es en realidad una serie de islas más pequeñas, con dos islas principales (la Isla Norte, también llamada Te Ika-a-Māui por los nativos, y la Isla Sur, también llamada Te Waipounamu) que comprenden la mayor parte de la superficie terrestre del país.

La razón por la que muchas personas disfrutan de ir a Nueva Zelanda es por su biodiversidad. Hay una serie de plantas, animales y hongos que residen en todo el país, principalmente debido al hecho de que no hubo humanos en la isla hasta el año 1250 d.C. Los europeos no llegaron hasta 1642, mucho después de que descubrieran América y otros países. Este aislamiento permitió que la naturaleza prosperara mucho más tiempo que en otros continentes donde había más influencia humana.

Hay literalmente cientos de animales que puedes encontrar en toda Nueva Zelanda que no puedes encontrar en ningún otro lugar del mundo, especialmente en términos de aves y vida marina (mamíferos, peces). Los únicos mamíferos nativos del país son los murciélagos; otros animales que se encuentran fueron traídos al país cuando la gente llegó e inmigró al área. En realidad, el país cuenta con una serie de leyes y reglamentos para mantener a los animales dentro y alrededor del país a salvo de la caza furtiva y otras actividades ilegales.

El país de Nueva Zelanda también tiene una topografía variada . Desde las altas montañas y los volcanes hasta las playas y los bosques, estas islas ofrecen una cantidad de vistas asombrosas y hermosas que no puedes encontrar en ningún otro lugar del mundo. Hay áreas de tierras de cultivo fértiles en las áreas del norte del país, y algunas de las áreas del sur incluso tienen glaciares. Solo en la isla sur, se encuentran hermosas playas en el lado sur, pero a medida que se avanza hacia el norte, las playas se vuelven más rocosas y escarpadas. Hay muy pocos lugares en el mundo donde puedas encontrar tantos tipos diferentes de biosferas en un espacio tan pequeño.

La historia de Nueva Zelanda es bastante variada. Como se mencionó anteriormente, no hubo humanos en las islas hasta al menos el año 1250 d.C. Se cree que es una de las últimas áreas terrestres importantes a las que llegaron los humanos. La primera población fue de colonos polinesios, que habían llegado a través de varios viajes a través del Océano Pacífico. Desarrollaron una cultura que se llama maorí. Los maoríes, como la mayoría de los pueblos indígenas, tenían tribus y subtribus que vivían en todas las islas; trabajarían juntos en ciertas tareas, pero también había luchas internas entre las tribus.

En 1642, un explorador holandés llamado Abel Tasman llegó a Nueva Zelanda, trayendo consigo papas y mosquetes. A medida que más europeos trajeron estos artículos, comenzó a haber mucha incomodidad entre las tribus de los maoríes. La culminación fue la Guerra de los Mosquetes, donde se libraron más de tres mil batallas en Nueva Zelanda entre las tribus.

Poco después, en 1840, se firmó el Tratado de Waitangi; esto resultó en que Nueva Zelanda pasara a estar bajo la corona británica como colonia británica.

Después de esto, los maoríes empezaron a perder gran parte de sus tierras y sus derechos. La reforma política, las guerras de Nueva Zelanda y una cantidad increíble de inmigrantes dieron como resultado que gran parte de la tierra maorí se perdiera ante los nuevos europeos. Al igual que los Estados Unidos, la mayor parte de este país tiene raíces europeas, aunque la población maorí se mantiene fuerte por ser la minoría más común que se encuentra allí. En los últimos años, se han realizado más avances para ayudar a los maoríes a recuperar sus derechos y, de hecho, disfrutan de una serie de beneficios diferentes del gobierno y el sistema educativo. El inglés, el maorí y los lenguajes de señas de Nueva Zelanda son los idiomas “oficiales” del país, pero literalmente se hablan docenas de idiomas en todo el país.

Aunque el país quedó bajo la autoridad de la corona del Reino Unido en 1853, el país se ha gobernado a sí mismo desde 1853. La Reina de Inglaterra sigue siendo la jefa de estado, con un representante conocido como Gobernador General que la representa en el país, pero el gobierno es parlamentario. El Gobernador General, en este punto, es solo un rol formal a menos que el gobierno tenga problemas o esté agitado; entonces él o ella tiene derecho a intervenir y tomar decisiones.

El Primer Ministro no se elige a través de una votación tradicional, sino que se elige porque es el líder del partido que controla la mayor parte del Parlamento después de una elección general. Esto no siempre ocurre, hay un par de casos en los que el Primer Ministro ha sido un miembro más del partido mayoritario, pero suele ser así. El Gobernador General puede destituir al Primer Ministro si hay algún problema en el sistema. El Primer Ministro tiene un Gabinete que él o ella establece después de que se hayan completado las elecciones, y esa es la parte ejecutiva del gobierno.

El país está dividido en 16 regiones. 11 de esas regiones están a cargo del nivel superior del gobierno local, llamado consejo regional. 5 de ellos están a cargo de las autoridades territoriales.

Las 16 regiones en las que está dividido el territorio neozelandés son las siguientes:  Región septentrional /  Auckland /  Waikato /  Bahía de Plenty /  Gisborne /  Bahía de Hawke /  Taranaki /  Manawatu-Wanganui  / Wellington / Tasmania / Nelson /  Marlborough /  Costa Oeste / Canterbury / Otago / Tierras del Sur.

Las personas en estos dos niveles de gobierno tienen una serie de responsabilidades básicas, incluidas las siguientes:

Planificación anticipada, para el manejo de cualquier recurso natural y/o físico que el gobierno tendría que cuidar para la región.

Si hay algo en lo que se va a cambiar o usar la tierra, el consejo regional supervisará y planificará esos cambios.

Planificación de la conservación, incluyendo suelo, agua, prevención de desastres naturales, etc.

Control y cuidado de las áreas marinas costeras.

Reubicación y cambio de agua, incluida la toma, el uso y la redirección del agua (incluido el desarrollo de represas). Esto también puede incluir la prevención de inundaciones.

Control de contaminantes y recursos peligrosos. También incluye plagas.

Protección civil y preservación.

Planificación y desarrollo del transporte público.

Como se puede ver, el gobierno local no tiene mucho poder “gubernamental”. En cambio, se les otorgan muchas responsabilidades civiles, para que el Parlamento, encabezado por el Primer Ministro, pueda hacerse cargo de las responsabilidades gubernamentales que afectan a todo el país. Debido a que el país es tan joven, muchas de las responsabilidades gubernamentales cambian constantemente y se reasignan. Entonces, aunque esto es actual en este momento, es posible que se establezcan nuevas leyes que cambien algunas cosas. También puede encontrar más información sobre el gobierno actual en el sitio web del gobierno de Nueva Zelanda.

En general, Nueva Zelanda es un país muy interesante y emocionante. Desde su topografía hasta su historia y su gobierno, las cosas siempre están cambiando. El hecho de que sea un país tan joven que ha tenido poblaciones humanas por menos de 1000 años ayuda a mantenerlo como está. Las cosas siempre están cambiando, y siempre hay cosas nuevas para ver y aprender. Solo estas razones, junto con la economía estable, lo convierten en una excelente opción tanto si se está buscando un lugar para estudiar que no sea tu país de origen, o sencillamente, disfrutar de unas vacaciones muy especiales que, envueltas con todos los aromas de estas particulares islas, te dejarán uno de los recuerdos más hermosos de todos los viajes realizados.